26 marzo 2006

LAS 2 CRUCES (ALFACAR Y VIZNAR)


















LAS 2 CRUCES (ALFACAR Y VIZNAR) - SIERRA DE HUÉTOR

Hoy no había escapatoria. Como toda la familia nos habíamos subido ayer sábado a Alfacar, hoy, estrenando cambio de horario y con el buen tiempo con el que nos habíamos despertado, mi mujer Nieves y yo, decidimos realizar la excursión a las 2 cruces enclavadas en esta zona del Parque Natural de la Sierra de Húetor y que tenemos casi al alcance de una piedra. Así que las tomaríamos los dos solos, ya que el resto del grupo se había apuntado a un viaje a Córdoba que organizaba la Peña de la Platería.
La ruta circular la iniciamos sobre las 10:30 h. desde la Plaza del Morquíl de la localidad de Alfacar, con la intención de recorrer varias de las sendas recomendadas por la dirección del Parque. Así que nos dirigimos con dirección Noroeste para atacar el Cerro del Maullo, el Cerro de la Cruz de Víznar, la Cueva del Agua para finalizar visitando la Cruz de Alfacar.
Para llegar a esta localidad tenemos varias opciones: bien tomando la salida, correctamente indicada en ambos sentidos, de la A-92 , bien por la carretera de Granada a Alfacar, la de Víznar a Alfacar, la que viene desde Puerto Lobo, o bien por otro acceso que llega desde la localidad de Nívar (tomando el cruce señalizado a la derecha de la carretera de Cogollos Vega) y que desemboca en la mismísima Fuente Grande.
Desde el punto de partida indicado de la Fuente del Morquil, tomamos la carretera que va en ascenso. Al final de la misma cuando llegamos al cruce podemos girar a la izquierda para continuar por la carretera que nos dejaría, a escasos metros, en el bello paraje de Fuente Grande (Fuente de Aynadamar o Fuente de las Lágrimas) con la posibilidad también de alargarla y subir a la Alfaguara; y a la derecha del cruce, que es la que nosotros tomamos, con dirección a la localidad de Víznar. Seguimos por la carretera asfaltada y nos encontramos en seguida con el Parque Federico García Lorca. Más adelante dejamos atrás un edificio grande de apartamentos llamado “El Caracolar” enclavado dentro de un hermoso pinar muy aclarado por el paso del tiempo. También dejamos atrás, y a nuestra derecha, el Cortijo Pepino. Proseguimos por el asfalto unos cientos de metros más hasta toparnos con un monolito de granito que nos indica que estamos en el Barranco de Víznar. Un cartel informativo, en este punto exacto, nos explica el correcto itinerario que sube por esta vereda al Centro de Visitantes de Puerto Lobo. A los pocos metros de iniciarla existe una fosa común de enterramiento, restos de la Guerra Civil. Vereda que sube por entre hermosas extensiones de romeral, alternando con aulagas, altas matas de retama, jarilla, abundante tomillo y pinos centenarios. Prolongamos hasta el Área recreativa de Puerto Lobo, pasando por delante del quiosco de comidas, para finalizar en el Centro de Visitantes. El tiempo empleado hasta aquí ha sido de unos 45 minutos. Otro cartel indicativo nos señala aquí el comienzo del sendero que nos lleva al Cerro del Maullo (1.319 m.) tras una hora escasa de marcha recreada hasta coronarlo. Senda que atraviesa un magnifício mosaico vegetal de pinos resineros, cedros del Atlas, antiguos cultivos de olivar, algunos álamos y abundando también ejemplares que crecen de forma indiscriminada de retama y enebro.
El cerro que se gana en un cuarto de hora desde su base, con una subida no muy pronunciada, alberga uno de los mayores vestigios de la Guerra Civil Española; una línea de trincheras de aquella época, que levantaron piedra sobre piedra y que se conservan en muy buen estado (y que si no se hubieran tenido que levantar, hubiese sido mejor reseña).
Durante la subida empezamos a ver y disfrutar también de otro magnífico mosaico vegetal compuesto por cedrales, pinos resineros, antiguos cultivos de olivos, coscojas y encinas; matorrales como jaras, retamas, escaramujos, aulagas, salvias y lavandas. Las vistas desde aquí son impresionantes. Destacamos los mejores tres miles de Sierra Nevada ( Alcazaba, Mulhacén, Veleta...) el Cerro de la Cruz; y abajo, el río Darro, el alto y largo Puente de la Autovía A-92 y las proximidades de la localidad de Huétor Santillán.
Bajamos del Cerro del Maullo ( que debe su nombre al hecho de que los soldados que ocuparon estas trincheras durante la guerra civil se comunicaban en la lejanía con sonidos parecidos al maullo del gato montés que habita por estos parajes) y reanudamos la marcha tomando a la derecha por la pista forestal que sube hacia el Campamento de la Alfaguara. Un poco antes de llegar a un desvío a la derecha, cerrado al paso de vehículos por una cadena que nos bajaría a la Fuente de la Teja, hay una vereda a la izquierda, a la que le han arrancado su postel de señalización de madera, pero que no tiene la menor pérdida porque aún queda un mojón de piedra clavado en la margen izquierda del inicio del sendero. Es la vereda del Barranco de la Umbría que transcurre entre grandes y hermosos ejemplares de pinos, majestuosos pinsapos y de muchísimos y frondosos ejemplares de enebros, y que nos eleva, tras una cómoda pero larga subida en zigzag, hasta el Collado de Víznar con un manto vegetal adaptado al fuerte viento y a la huella solar y formado por esparto, cojín de monja, salvias, etc. y en donde un mojón nos ofrece varias posibilidades: al Norte, por la vereda que hemos traído, señala la bajada al Barranco de la Umbría; al Noroeste, nuestro próximo destino, a la Cueva del Agua; al Este, coronando el cerro, a la Cruz de Víznar (1.556 m.), y que por desgracia observamos que su cruz, físicamente, ha desaparecido al parecer derribada por una ráfaga de viento; y al Sur podemos bajar hasta las instalaciones del Parque Cinegético, distinguiendo al final de este sendero dos eras bajo nuestra mirada, una de ellas adaptada como helipuerto. Desde este Collado, el de Víznar, las vistas son espectaculares: a la izquierda observamos la Sierra de la Almijara (con su inconfundible Pico del Lucero como insignia), Sierra Nevada y el Cerro de Víznar; justo enfrente los pueblos de Víznar y a su derecha Alfacar, ambos mirando a la ciudad de Granada y a su Vega.
Tengo que señalar que hasta ahora nos hemos movido por la Sierra de Alfacar, a la que pertenece incluso el Cerro de la Cruz de Víznar. Porque en mi humilde opinión la denominación de Parque Natural de la Sierra de Huétor ha sido un nombramiento desafortunado ya que lo han bautizado tomando sólo el nombre de uno de los pueblos que lo componen "Húetor" refiriéndose a Huétor Santillán, dejando a la sombra del aire al resto de localidades que lo componen y con carácter tan propio y definido como son Alfacar, Beas de Granada, Cogollos Vega, Diezma, Nívar y Víznar; y ya sabemos todos la rivalidad que se cuece entre pueblos tan limítrofes y que cada uno tiene “su sierra” por testigo y memoria; pudiendo haber buscado otro nombre más genérico y que amparase un denominador común como señal del buen hermanamiento. Pero en fin, en definitiva sólo es un nombre más para el nombramiento.
Continuamos nuestra marcha, con la dirección que nos indicada el mojón, hacia la Cueva del Agua y que discurre entre hermosos ejemplares de pinos, encinas, pinsapos y cedros, así como espléndidas plantas de romero, mejorana, tomillo, enebros y alhucema. Al llegar a unas formaciones de dolomías nos indican que estamos encima de la Cueva del Agua (1.576 m.), que se originó por lentos procesos de tipo kárticos jugando el agua y el tiempo un papel primordial para su desarrollo.
Las mejores vistas de Sierra Nevada, están en el mirador que hay justo delante de la entrada de la Cueva del Agua, cuya entrada han cerrado, a mi gusto, con una horrorosa reja que la sella de arriba abajo. Aunque siempre hay “ratones” que se cuelan por una abertura horadada en su misma base.
El tiempo que hemos empleado hasta aquí ha sido de 3 h. y desde este punto nos dirigimos, ya todo en bajada, hacia el Campamento de la Alfaguara; al que no llegamos, porque nos desviamos, a nuestra izquierda, tomando una estrecha vereda que va hacia “La Majada de la Zorra”( un hermoso prado rodeado de hermosos pinares, donde incluso mis ojos han visto rodar escenas de películas del western americano). Aquí nos encontramos con el pino guía y la Fuente de los Yeseros. Seguimos descendiendo y llegamos al carril que nos dejaría en la carretera que sube de Alfacar al Campamento de la Alfaguara, pero nosotros para rematar la faena, tomamos una vereda a nuestra izquierda y que asciende entre chaparros hasta andentrarnos en el Pinar de la Alfaguarilla, donde la vereda se pierde debido a los troncos procedentes de la tala y que hay esparcidos a diestro y sinientro. Tras rebasarlo observamos que el paisaje cambia por completo. Aquí la roca domina sobre el terreno. Delante y abajo vemos una pequeña caseta de obra rodeada por una alambrada. Nosotros giramos a la izquierda para coronar el Cerro de "Los Calares" en cuya cima se encuentra la Cruz de Alfacar (1.520 m.) a la que observamos que le falta un trozo de uno de los brazos a consecuencia del impacto que sufrió por la caída de un rayo. Desde aquí las vistas son fantásticas, por las que merece la pena el ascenso: al Oeste tenemos Sierra Elvira y el Pantano de Cubillas; al Noreste se divisa un hermoso pinar; en el centro la verde Majada de la Zorra, la Casa Forestal de la Alfaguara y al fondo los Peñones de la Mata y del Majalijar, la Peña de la Cruz y el Cerro de Orduña; abajo, sobre nuestros pies, la localidad de Alfacar con toda su alma.
Una vez tomada y respirada y ya, como en caída libre, hacia dicha localidad, la vamos descubriendo íntegramente; al fondo también se extiende, como un gran tapiz verde, la capital granadina y toda su grandiosa y hermosa Vega; a la izquierda nuestra majestuosa Sierra Nevada hoy desprendida de muchísima nieve por el calor reinante.
Ya todo es bajada y prestando muchísimo cuidado para no torcernos un tobillo ya que hay abundante piedra suelta. Como un regalo más de la naturaleza avistamos una manada de cabras montesas, con las que están repoblando estos parajes.
Son las 14:30 h. cuando al finalizar casi nos damos de lleno con la Fuente Grande por la inercia que traemos. Fin de trayecto y del empinado descenso. Desde aquí, desde este hermoso paraje que es Fuente Grande, de Aynadamar o de las Lágrimas, abrigada por majestuosos plátanos orientales plantados allá por la época de la invasión francesa de 1808, en cinco minutos nos ponemos en el punto de inicio de la excursión, la Fuente del Morquil, con un buen trago de agua para dentro. Porque no hay nada mejor que volver a casa con una buena y bonita caminata a nuestras espaldas. Seguramente su recuerdo ahora, tras el atardecer de la memoria, nos durará para toda la semana, como paisaje que duerme bajo la retina de los sueños.
Y se me olvidaba. Tengo que especificar, además, que este recorrido es idóneo para hacerlo en un día entero de marcha, con parada para el avituallamiento, por ejemplo, en la Alfaguarilla o desviándonos hacia el mencionado campamento de la Alfaguara. Nosotros lo hemos atacado de un tirón porque nos estaban esperando en casa para el almuerzo.

- Itinerario: Fuente del Morquil (Alfacar) – Carretera de Alfacar a Víznar - Parque García Lorca – Barranco de Víznar - Área Recreativa de Puerto Lobo – Centro de Visitantes de Puerto Lobo – Cerro del Maullo – Barranco de la Umbría – Cruz de Víznar – Cueva del Agua – Alfaguarilla – Cruz de Alfacar – Fuente Grande – Fuente del Morquil (Alfacar)
- Número de participantes: 2
- Duración: 4 horas.
- Dificultad: Baja.
- Agua: Centro de Visitantes de Puerto Lobo.

18 marzo 2006

BARRANCO SAN JUAN - CANTERAS DE SERPENTINA











BARRANCO SAN JUAN – CANTERAS DE SERPENTINA

Como mañana es San José, decidimos adelantar la excursión para hoy sábado. El día ha amanecido bastante nublado y optamos por hacer una ruta de corto recorrido por los entornos del Barranco de San Juan (1.180 m.) Así que nos dirigimos desde Granada por la Circunvalación, tomando la Ronda Sur, la que abandonamos para dirigirnos a Güejar Sierra. Hoy somos también cuatro participantes María Angeles, Antonio, mi mujer Nieves, y yo. Al llegar a Güejar, atravesamos el pueblo y tomamos el desvío que lleva hasta Maitena. Lo pensamos mejor y decidimos dejar el coche en las inmediaciones de la cabecera del pantano de Canales, para lo cual bajamos una pronunciada y estrecha carretera asfaltada a la derecha y que lleva a la Central Eléctrica de "El Castañar" y al embarcadero. Desde aquí, desde la Central Eléctrica, sólo es seguir por la margen derecha del río Genil y marchar sobre el antiguo trazado del popular y querido Tranvía de la Sierra (21 de febrero de 1925 – 20 de enero de 1974) y que fue uno de los pioneros en lo que a ferrocarriles españoles de montaña se refiere. El impulsor de este importante proyecto fue Julio Quesada Cañaveral y Piédrola, duque de San Pedro de Galatino, conde de Benalúa y de las Villas y señor de Láchar (por créditos que no falte), pero un hombre adelantado a su tiempo, polifacético en sus actividades y siempre inmerso en proyectos empresariales que buscaron el despegue económico de la provincia granadina. Tranvía de la Sierra que partía de la capital granadina y que llegaba hasta el Charcón. Este trazado, recuperado como sendero, pasa por varios túneles que fueron excavados, para el efecto, a las mismísimas entrañas de la montaña. Aún recuerdo cómo el tranvía se adentraba por estas oscuras bocas y podías oir durante dichos tramos, el eco de la gente y cómo al cruzar por los puentes, cuando mirabas hacia abajo, no veias ni el suelo y parecía como si estuvieses suspendido en el aire (a dos pesetas creo recordar que andaba el viaje por aquellos "mis entonces").
A la media hora, aproximadamente, llegamos a la antigua estación de Maitena, punto de unión de los ríos Maitena y Genil y un lugar muy pintoresco para comidas y descanso. Aquí las aguas, al unirse, es como si quisieran regalarnos esas palabras tan claras con las que nos hablan a su paso.
Un poco antes de llegar al Barranco de San Juan, cruzamos a la otra margen del río y tomamos la vereda que nos señala hacia las canteras de serpentina. El tiempo empleado hasta este punto ha sido de 1 ¼ h. aproximadamente.
Esta vereda que, está señalizada como "Vegueta del Caracol", asciende en un continuo zigzag por entre magníficos especímenes de castaños, robles y quejigos. Muy pronto observamos que hemos ganado una altura considerable. A nuestra izquierda, y al otro lado del barranco, observamos el Cortijo de la Hortichuela (1.308 m.). Tras 2 ¼ horas desde el inicio llegamos a las abandonadas canteras de serpentina. Yacimientos, de extracción al aire libre, que se mantuvieron activos hasta finales de los años sesenta. La serpentina es un mineral compuesto por silicato de magnesio hidratado y se denomina así por las bandas verdes que tienen.
Subimos un poco más, una reja en el suelo imposibilita la escapada del ganado, muy abundante por estos límites. Llegamos hasta el punto exacto donde se inicia la vereda que va a al Cortijo de Cabañas Viejas y al Cortijo del Hornillo (excelente mirador natural de las caras Norte de la Alcazaba y del Mulhacén), pero como el tiempo estaba amenazante y la lluvia empezó a hacer acto de presencia, decidimos volver y comer en la presa que hay sobre el arroyo San Juan junto a los restos de las antiguas intalaciones de la mina de serpentina y próximas al cruce de caminos que va hacia el Dornajo y al Hotel del Duque.
Aquí tomamos un refrigerio observando las aguas tan claras del arroyo de San Juan (que aporta sus aguas al Genil y nace en las inmediaciones de la Hoya de la Mora). También divisamos la Peña del Perro nevada al fondo y a nuestra derecha.
Tras unos veinte minutos de avituallamiento, tomamos el mencionado carril. Pasamos por unas trincheras del tiempo de la guerra civil y de nuevo, a nuestra derecha, al fondo, observamos unas magníficas vistas de la loma del Calvario nevada; abajo el Cortijo de la Hortichuela. Pronto llegamos a un cruce donde a la izquierda podemos subir hacia Haza Llana, o hasta el Dornajo y desde aquí salir por la Carretera de Sierra Nevada; o a la derecha, cosa que hacemos, bajar hasta el Hotel del Duque que fue construido por el mencionado Conde-Duque de Galatino. Desde aquí sólo en cuestión de seguir por la estrecha y pendiente carretera asfaltada que, tras curva va y viene, te deja en las inmediaciones de varios restaurantes típicos lugareños. Nosotros seguimos por la margen izquierda del río hasta llegar al Restaurante El Charcón para cruzar a la otra margen de nuevo y volver por el antiguo trazado del tranvía hacia el punto de partida de la excursión, donde dejamos aparcado el coche.
Hoy, la ruta, nos ha sabido a poco; pero qué le vamos a hacer. La lluvia avanzaba sobre nosotros y acertamos al acortarla. Otro día será más larga; pero lo principal, siempre, es volver para contarlo; y al hacerlo, poder abrir la mano del recuerdo.

- Itinerario: Granada – Güejar Sierra- (en vehículo). Güejar Sierra- Maitena – Barranco de San Juan-Vegueta del Caracol- Canteras de Serpentina-Hotel del Duque-Charcón-Güejar Sierra-Granada
- Número de participantes: 4
- Duración: 4 1/2 horas aproximadamente.
- Dificultad: Baja.

12 marzo 2006

COLLADO DEL PINO

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COLLADO DEL PINO (1.780 m.)

Tras unos fines de semana amenazantes, hoy el buen tiempo había llamado a nuestra puerta, así que observando el presente decidimos subir al Collado del Pino.
Nos dirigimos desde Granada por la Circunvalación, con dirección Motril, y tomamos la Ronda Sur para abandonarla por la salida que nos indica hacia La Zubia. Subimos por Cumbres Verdes hasta la Fuente del Hervidero. Hoy utilizamos un solo vehículo, pues somos 4 participantes, Maria Angeles, Antonio, Nieves y yo. Seguimos subiendo por el carril hasta el embovedado del Canal de la Espartera, donde aparcamos el coche. Desde aquí, desde el Mirador de los Alayos - a 1.370 m.a.-(también llamado Era de los Pensamientos) y dejando a nuestra derecha el Cortijo Sevilla y la Boca de la Pescá, tomamos una vereda que va paralela al Canal de la Espartera con dirección SE, pasando primero por el Barranco del Búho que dejamos a nuestra izquierda. Continuamos por esta vereda que va hasta “La Toma” del Canal, una caseta de bombeo que sube el agua del río hasta los inicios del mismo. Este sitio es ideal para tomarse un refrigerio y un merecido descanso, cosa que hacemos por necesidad y porque el paraje además se lo merece.
Reanudamos la marcha cruzando a la otra margen del río Dílar (la izquierda siempre orientándonos en sentido descendente de las aguas). Aunque existe otra alternativa, también señalizada, que sin cruzar el río, se puede tomar la vereda que sube hasta el Refugio Rosales para bajar después por el Collado Chaquetas hasta bajar de nuevo al río Dílar; pero nosotros preferimos hacer la marcha en este sentido cruzando el río para tomar la vereda del Collado del Pino. Aquí nos encontramos con una alambrada que traspasaremos por un paso abierto al efecto hasta sus finales para iniciar el sendero de la Cuesta del Pino que, en un continuo zig-zag, nos deja, entre verdes ejemplares del mismo y por una zona bastante umbría, en el mismísimo Collado del Pino.
A mediados de esta vereda, más o menos, hay un cruce señalizado donde puedes tomar a tu derecha otra que se dirige a Picacho Alto en pleno corazón de los Alayos. Nosotros continuamos la ascensión hacia el Collado del Pino ( a 1.798 m.a. - punto de unión entre el final de los Alayos y la Loma de Peña Madura y paso natural hacia el río Dúrcal al que podemos bajar con dirección Sur pasando por la zona conocida como la Magara y poco después el Collado de los Valaores para descender por el Barranco de la Rambla hasta el municipio de Dúrcal). O tomar una vereda a nuestra izquierda, ( nosotros, a nuestra derecha, regresando sobre nuestros propios pasos, volviéndonos desde el Collado) y que nos lleva, valle arriba, y siempre paralelos al río Dílar, por la llamada Dehesa de Dílar, hasta el puente que te cruza a la otra margen del río, donde se inicia la vereda que sube hacia el Collado Chaquetas.
Llegando a la altura de la presa del río observamos otro cruce de veredas señalizado, donde parte una a la derecha muy empinada y que comenzando en los inicios de la umbría de la Dehesa de Dílar, discurre ascendiendo hasta asaltar la Loma de Peña Madura y desde aquí podemos llegar hasta la Cruz de Contadero.
Una vez cruzado el puente antes mencionado sobre el río Dílar, nosotros decidimos hacer aquí la correspondiente parada para el avituallamiento. Aprovechamos, también, para secar las botas, dejándolas sobre las piedras que parecen custodiar el lecho del río. Por la margen izquierda, la nieve desciende hasta tocar sus aguas. En su descenso, el sonido que causan, es como un regalo y nos apaga la sed con sólo mirar su trasparencia y los movimientos de su locura cuando bajan. Pero, a nuestro pesar, no podíamos quedarnos aquí mucho más tiempo así que dirigimos nuestras fuerzas hacia el comienzo del sendero que te lleva hasta el mencinado Collado de Chaquetas (1.796 m.a.) Antes de coronarlo a nuestra izquierda vemos un carril que parte de entre dos vigas metálicas clavadas en el suelo y que lleva hacia unas antiguas canteras de serpentina, bajo un cerro muy puntiagudo; se trata del llamado Puntal de los Mecheros (1.872 m.) Al finalizarlo obeservamos unas casetas de pastores con rediles para el ganado y de donde parte, hacia la derecha, el carril que se dirige hacia La Cortijuela.
Las vistas desde aquí son también fabulosas: A nuestra espalda el Trevenque, de izquierda a derecha, tenemos la Loma Panaderos y la de Dílar, “el champiñón”, una gran antena parabólica del observatorio que hay instalada sobre esta zona de Sierra Nevada; de frente la majestuosa Loma de Peña Madura.
Dirigiéndonos nosotros ahora por la pista que conduce hacia el Refugio Rosales y río Dílar de nuevo, abandonándola al poco, en el Barranco de Aguas Blanquillas, para continuar por el señalizado Camino de la Dehesa, (sendero circular sobre el que nos encontramos) y por el que continuamos para tropezarnos, al poco, con una majestuosa vista del Trevenque y de su cuerda a nuestra derecha. Girando nosotros, a continuación, a la izquierda para descender por los llamados arenales del Trevenque hasta cruzarnos con la pista que recorre dicha cuerda. Sólo es cuestión de continuarla, descendiéndola, para regresar a la explanada del Mirador de los Alayos en donde dejamos anteriormente estacionado el coche.
Fin del trayecto, hoy, con una duración de 7 ½ horas debido a la gran cantidad de nieve que nos hemos ido encontrado y que en algunos momentos nos llegaba hasta las rodillas, con la dificultad y esfuerzo que eso conlleva (la ruta se puede hacer perfectamente en unas 5 horas). Pero como el caminar tiene su recompensa y el maravilloso día de hoy había salido a nuestro encuentro, al poder recorrerlo, nos damos por privilegiados y por satisfechos.
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- Acceso: Granada - La Zubia- Cumbres Verdes- Fuente del Hervidero, Embovedado del Canal de la Espartera - Mirador de los Alayos (en vehículo).
- Itinerario Mirador de los Alayos, Barranco del Búho, Toma del Canal de la Espartera, Río Dílar, Cuesta del Pino, Collado del Pino, Dehesa de Dílar, Río Dílar, Collado Chaquetas, Barranco de Aguas Blanquillas, Arenales del Trevenque, Pista cuerda del Trevenque, Embovedado del Canal de la Espartera-Mirador de los Alayos
-Número de participantes: 4
- Duración: 7 1/2 horas aproximadamente. Sin nieve se puede hacer en unas 5 h.
- Distancia del recorrido: 16 Km.
- Dificultad: Media-baja.
-Agua: llevar