PICO VELETA
De nuevo nos acercamos hoy hasta la zona conocida como la de los Albergues-Hoya de la Mora (a 2.500 m. de altitud ) para atacar el tercer pico más alto de la Península Ibérica; el Veleta que con sus 3.394 m. y con permiso expreso de su vecino de morada el Mulhacén, también en nuestra Sierra Nevada, y el del Aneto, allá por los Pirineos, y que hoy estaba, como siempre, tan cerca pero tan alto (como es de mandato obligado, así , por la ley de la montaña).
Esta vez me acompañan Miguel Angel y Jesús, el mediano y el pequeño de esta casa, ya que Nieves andaba más resfriada que el Puntal del Goterón, allá por la última luna de marzo.
Son las 8:10 de la mañana cuando nada más bajarnos del coche y comenzamos la caminata, el termómetro marcaba ya los 19º, cuando nos tememos lo evidente, que el calor nos acompañaría durante toda la mañana. Menos mal que el viento, que reinaba hoy por estas altitudes hizo que aflojara un poco la cuerda y no nos llevara a “sus aguas”, esas tan anchas como la mochila y que comienzan allá por donde las espaldas se te empapan.
Emprendemos la marcha con dirección SE, ya todo cuesta arriba y con la mirada puesta en la cara Norte del Veleta, porque parecía que allí andaría la meta más fresca.
La subida debe de tomarse con mucha calma ya que su duración (aproximadamente de unas dos horas y cuarto, a dos horas y media), y sobre todo en su tramo final, se hace especialmente dura por la falta de oxígeno añadida y debido a la altura que vamos ganando milímetro a milímetro.
La ruta nos presenta ninguna dificultad técnica, pero sí exige un gran esfuerzo físico que debemos de tener preparado, incluso sacarnos de la manga esas pilas alcalinas que duran y duran y duran tanto como el conejo aquel del anuncio y que aún cuentan que no está ni prejubilado...
El itinerario está muy bien marcado, ya que la senda, ahora sin nieve, no hay nadie que diga que no la ve, aunque se estuviera haciendo el borracho.
Dejando atrás el Monumento a la Virgen de las Nieves y las inmediaciones del Mojón de Trigo (antiguo observatorio), atravesamos el Ventisquero de Cauchiles, cruzando en innumerables ocasiones la carretera asfaltada. Esta misma cuerda nos lleva a las Posiciones del Veleta en donde existen unas ruinas de edificaciones, un pluviómetro y unas magníficas vistas de la cara Norte el Veleta y de sus Corrales. Pasadas dichas posiciones llegamos a un mirador con impresionantes vistas del Corral del Veleta, punto exacto en donde comienza el famoso “Veredón”, que arrancando del Corral del Veleta lleva hacia la Laguna de la Mosca, bajo la cara Norte del Mulhacén.
Continuamos la marcha, dejando estos tajos a nuestra izquierda, y un poco antes de un cruce de carreteras (aunque en realidad son ya dos pistas de tierra) remontamos, para trochar un poco más si cabe, por la vereda que pasa cerca de la última caseta de cabecera de pista de este último remonte existente. La vereda, ahora en su tramo final, el más pesado de todos, nos sirve la cumbre del Veleta en bandeja de plata pero con la lengua fuera y dándole esos sorbos al aire que te llenan los pulmones exhaustos y que tras una paradita que otra, cada diez minutos o lo que hiciera falta, te reaniman de inmediato.
Coronamos la cumbre del Veleta, sobre las 10:20 h., a 3.394 m. y observando como un enjambre de antenas y una pequeña construcción la afean los más grande. El viento de nuevo es insoportable y el vértice geodésico nos sirve de amarre porque si no, al Corral del Veleta hubiésemos ido todos a parar y a por el aire...
En este lugar casi se pueden tocar las nubes, y el color azul es tan puro como el silencio que nos habla... Las vistas también son impresionantes y el dominio sobre todas las altas cumbres de Sierra Nevada son como nuestros acompañantes y nos agrandan los ojos dejándonoslos como platos. Destacamos esa cara Norte del Veleta de la que ya avistamos más abajo con su Corral del mismo nombre pero que ahora miramos de arriba hacia abajo, y en donde existen ventisqueros de nieve perpetua; restos de lo que fue un impresionante glaciar allá por el Cuaternario. Observamos también el majestuoso barranco del río Guarnón que arranca desde este Corralón, para, más adelante, obsequiarle sus aguas al Genil. Como telón de fondo divisamos también la Loma del Calvario.
Su cara sur, más suave y menos agreste y cortante, nos ofrece la postal en panorámica del Tajo de los Machos, Los Raspones de Río Seco, el Mulhacén y la majestuosa Alcazaba al fondo.
Por este lado Sur, conocido como “manto”, es por donde descendemos con dirección al Refugio de la Carihuela. Abajo vemos la Laguna de Aguas Verdes, de frente los impresionantes Tajos de la Virgen, el Refugio de Elorrieta, más allá y a la derecha, el Tozal del Cartujo, Tajos Altos y el Cerro del Caballo.
Un poco antes de la primeras crestas de estos Tajos de la Virgen, tomamos una vereda a la derecha y que desciende en picado (sólo nos faltaban las alas para comprobarlo) y que asegurando y asegurando cada pisada, porque las lajas se iban cuesta abajo, nos deposita en los Lagunillos de la Virgen. Hoy aquí, los borreguiles estaban más verdes que nunca, si cabe más sobre este color de la esperanza, y en donde sus pastos, que habían sido tomados por el ganado vacuno, permanecen casi todo el año húmedos. También avistamos durante el recorrido, y como viene siendo ya tan habitual, una manada de cabras montesas. En cuanto a la flora destacar la Estrella de las Nieves (Plantago nivalis), La Dedalera (Digitalis purpúrea), el Diente de Perro (Arenaria pungens clemente), el Alfilerillo de Sierra Nevada (Erodium petraeum) cuya flor consta de cinco pétalos blancos aunque dos de ellos tienen una mancha negruzca en su base. Sus frutos son alargados y terminan en pico, al caer en la tierra se clavan en ella girando lentamente y de ahí su nombre, por lo que también son llamados "relojes"; y ese Tomillo de Sierra Nevada (Thymus serpylloides) con su característico color rosa de sus flores.
De nuevo nos acercamos hoy hasta la zona conocida como la de los Albergues-Hoya de la Mora (a 2.500 m. de altitud ) para atacar el tercer pico más alto de la Península Ibérica; el Veleta que con sus 3.394 m. y con permiso expreso de su vecino de morada el Mulhacén, también en nuestra Sierra Nevada, y el del Aneto, allá por los Pirineos, y que hoy estaba, como siempre, tan cerca pero tan alto (como es de mandato obligado, así , por la ley de la montaña).
Esta vez me acompañan Miguel Angel y Jesús, el mediano y el pequeño de esta casa, ya que Nieves andaba más resfriada que el Puntal del Goterón, allá por la última luna de marzo.
Son las 8:10 de la mañana cuando nada más bajarnos del coche y comenzamos la caminata, el termómetro marcaba ya los 19º, cuando nos tememos lo evidente, que el calor nos acompañaría durante toda la mañana. Menos mal que el viento, que reinaba hoy por estas altitudes hizo que aflojara un poco la cuerda y no nos llevara a “sus aguas”, esas tan anchas como la mochila y que comienzan allá por donde las espaldas se te empapan.
Emprendemos la marcha con dirección SE, ya todo cuesta arriba y con la mirada puesta en la cara Norte del Veleta, porque parecía que allí andaría la meta más fresca.
La subida debe de tomarse con mucha calma ya que su duración (aproximadamente de unas dos horas y cuarto, a dos horas y media), y sobre todo en su tramo final, se hace especialmente dura por la falta de oxígeno añadida y debido a la altura que vamos ganando milímetro a milímetro.
La ruta nos presenta ninguna dificultad técnica, pero sí exige un gran esfuerzo físico que debemos de tener preparado, incluso sacarnos de la manga esas pilas alcalinas que duran y duran y duran tanto como el conejo aquel del anuncio y que aún cuentan que no está ni prejubilado...
El itinerario está muy bien marcado, ya que la senda, ahora sin nieve, no hay nadie que diga que no la ve, aunque se estuviera haciendo el borracho.
Dejando atrás el Monumento a la Virgen de las Nieves y las inmediaciones del Mojón de Trigo (antiguo observatorio), atravesamos el Ventisquero de Cauchiles, cruzando en innumerables ocasiones la carretera asfaltada. Esta misma cuerda nos lleva a las Posiciones del Veleta en donde existen unas ruinas de edificaciones, un pluviómetro y unas magníficas vistas de la cara Norte el Veleta y de sus Corrales. Pasadas dichas posiciones llegamos a un mirador con impresionantes vistas del Corral del Veleta, punto exacto en donde comienza el famoso “Veredón”, que arrancando del Corral del Veleta lleva hacia la Laguna de la Mosca, bajo la cara Norte del Mulhacén.
Continuamos la marcha, dejando estos tajos a nuestra izquierda, y un poco antes de un cruce de carreteras (aunque en realidad son ya dos pistas de tierra) remontamos, para trochar un poco más si cabe, por la vereda que pasa cerca de la última caseta de cabecera de pista de este último remonte existente. La vereda, ahora en su tramo final, el más pesado de todos, nos sirve la cumbre del Veleta en bandeja de plata pero con la lengua fuera y dándole esos sorbos al aire que te llenan los pulmones exhaustos y que tras una paradita que otra, cada diez minutos o lo que hiciera falta, te reaniman de inmediato.
Coronamos la cumbre del Veleta, sobre las 10:20 h., a 3.394 m. y observando como un enjambre de antenas y una pequeña construcción la afean los más grande. El viento de nuevo es insoportable y el vértice geodésico nos sirve de amarre porque si no, al Corral del Veleta hubiésemos ido todos a parar y a por el aire...
En este lugar casi se pueden tocar las nubes, y el color azul es tan puro como el silencio que nos habla... Las vistas también son impresionantes y el dominio sobre todas las altas cumbres de Sierra Nevada son como nuestros acompañantes y nos agrandan los ojos dejándonoslos como platos. Destacamos esa cara Norte del Veleta de la que ya avistamos más abajo con su Corral del mismo nombre pero que ahora miramos de arriba hacia abajo, y en donde existen ventisqueros de nieve perpetua; restos de lo que fue un impresionante glaciar allá por el Cuaternario. Observamos también el majestuoso barranco del río Guarnón que arranca desde este Corralón, para, más adelante, obsequiarle sus aguas al Genil. Como telón de fondo divisamos también la Loma del Calvario.
Su cara sur, más suave y menos agreste y cortante, nos ofrece la postal en panorámica del Tajo de los Machos, Los Raspones de Río Seco, el Mulhacén y la majestuosa Alcazaba al fondo.
Por este lado Sur, conocido como “manto”, es por donde descendemos con dirección al Refugio de la Carihuela. Abajo vemos la Laguna de Aguas Verdes, de frente los impresionantes Tajos de la Virgen, el Refugio de Elorrieta, más allá y a la derecha, el Tozal del Cartujo, Tajos Altos y el Cerro del Caballo.
Un poco antes de la primeras crestas de estos Tajos de la Virgen, tomamos una vereda a la derecha y que desciende en picado (sólo nos faltaban las alas para comprobarlo) y que asegurando y asegurando cada pisada, porque las lajas se iban cuesta abajo, nos deposita en los Lagunillos de la Virgen. Hoy aquí, los borreguiles estaban más verdes que nunca, si cabe más sobre este color de la esperanza, y en donde sus pastos, que habían sido tomados por el ganado vacuno, permanecen casi todo el año húmedos. También avistamos durante el recorrido, y como viene siendo ya tan habitual, una manada de cabras montesas. En cuanto a la flora destacar la Estrella de las Nieves (Plantago nivalis), La Dedalera (Digitalis purpúrea), el Diente de Perro (Arenaria pungens clemente), el Alfilerillo de Sierra Nevada (Erodium petraeum) cuya flor consta de cinco pétalos blancos aunque dos de ellos tienen una mancha negruzca en su base. Sus frutos son alargados y terminan en pico, al caer en la tierra se clavan en ella girando lentamente y de ahí su nombre, por lo que también son llamados "relojes"; y ese Tomillo de Sierra Nevada (Thymus serpylloides) con su característico color rosa de sus flores.
De aquí bajamos a la Laguna de las Yeguas, hoy con un color azul intenso, tirando a esa copia exacta del cielo. Seguimos la caminata, deleitándonos primero con los borreguiles donde nace el río Dílar, para coronar después el Collado de las Yeguas. A nuestra izquierda queda el “champiñón o sartenón” del blanco Observatorio. Atravesando las pistas diagonalmente, pasando por debajo de algunos remontes, dejamos atrás las estación de Borreguiles. Ya vemos a lo lejos el coche estacionado allá en la zona de los Albergues y se nos hacen los pies agua, mientras el último esfuerzo es ya de arrastre. De nuevo el viento arrecia en esta zona de Cauchiles. Una vez más pasamos por debajo del Monumento a la Virgen de las Nieves, dejamos atrás y a nuestra derecha el antiguo Observatorio del Mojón de Trigo, observando que ha sido tomado por una multitud de domingueros y muchísimos extranjeros que deambulan por las inmediaciones del aparcamiento.
Punto y final de esta preciosa marcha mañanera y de nuevo por Sierra Nevada. El coche, pues que nos supo a bañera de hidromasaje. Porque calentito estaba, si que estaba caliente y justo en la “posición de verano”, que ya no nos acordábamos.... Como prueba, esos 24º, a las 13 horas, a las afueras claro, y justo a la hora de embarcar para casa.
Como siempre dejo algunas fotos para el recuerdo y esperanza de poderla realizar en otras tantas ocasiones (sería buena seña de que las piernas aún tanto funcionan como andan). Pero de momento, con la mente puesta en el próximo sábado, 5 de agosto, para coronar el Mulhacén, en el día de la Patrona. Hasta la próxima y como siempre si d.q. y las piernas nos acompañan.
Como siempre dejo algunas fotos para el recuerdo y esperanza de poderla realizar en otras tantas ocasiones (sería buena seña de que las piernas aún tanto funcionan como andan). Pero de momento, con la mente puesta en el próximo sábado, 5 de agosto, para coronar el Mulhacén, en el día de la Patrona. Hasta la próxima y como siempre si d.q. y las piernas nos acompañan.
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-Itinerario: Granada, Km.35,5 de la Carretera de Sierra Nevada en vehículo. Albergues, Virgen de las Nieves, Cauchiles, Posiciones del Veleta, Pico del Veleta - Lagunillos de la Virgen, Laguna de las Yeguas, Boreguiles, Cauchiles , Albergues.
-Número de participantes: 3
-Dificultad: Media
-Duración: 5 horas
-Agua: En los riachuelos y chorreras de la zona de los Lagunillos - Laguna de las Yeguas - Borreguiles.
-Itinerario: Granada, Km.35,5 de la Carretera de Sierra Nevada en vehículo. Albergues, Virgen de las Nieves, Cauchiles, Posiciones del Veleta, Pico del Veleta - Lagunillos de la Virgen, Laguna de las Yeguas, Boreguiles, Cauchiles , Albergues.
-Número de participantes: 3
-Dificultad: Media
-Duración: 5 horas
-Agua: En los riachuelos y chorreras de la zona de los Lagunillos - Laguna de las Yeguas - Borreguiles.