02 abril 2006

VEREDA DE LA ESTRELLA - RÍO GUARNÓN











VEREDA DE LA ESTRELLA –RIO GUARNÓN

Son las 9:30 de la mañana de hoy domingo cuando una fuerte música invade la casa y despierta a toda la familia. Me asomo a la terraza y observo que es una concentración de motos antiguas para las que la Diputación Provincial de Granada ha organizado una marcha por nuestra ciudad y sus alrededores. Aunque a mí me gustan las motos, en ese instante me acuerdo de toda su familia (a la de las máquinas me refiero) y llego hasta el invento de la rueda. ¡Maldita sea! Ayer, bueno, esta madrugada nos acostamos muy tarde porque estuvimos de boda y este sobresalto de la megafonía nos perforó el sueño con la música de "Valencia" y todo eso de la paciencia... Pero pronto se me pasa el cabreo y aprovecho para bajar y comprar la prensa y unos churros en el quiosco de la Plaza y de camino les echo un vistazo… Una vieja Guzi con matrícula de Granada y “un miles” me deja boquiabierto pues me enseña hasta sus huesos que están en el esqueleto. Bultacos, Vespas, BMW, algunas con sidecar… En fin, todo un lujo de detalle y como no hay mal que por bien no venga esta “madrugá” la aprovecho y convenzo a mi mujer para marcarnos una vereda. Pienso, y se me viene a la cabeza la de la Estrella, que toma su nombre de las antiguas minas que se encuentran en el valle del río Genil.
Para llegar a ella, de nuevo tomamos la Circunvalación de Granada con dirección Motril, nos salimos por la Ronda Sur con dirección a Sierra Nevada, para abandonarla por la salida que indica “Pinos Genil – Güejar Sierra”, siendo esta última localidad nuestro destino final. Atravesamos el pueblo y seguimos la indicación de Maitena-Charcón.
A la vieja estación de Maitena, paraje que ya describí en la ruta del Barranco de San Juan – Canteras de Serpentina y punto de unión de los ríos Maitena y Genil, llegamos sobre las 12:00 horas ya que salimos de Granada muy tarde.
A partir de aquí el camino lo hacemos andando como la ley del senderismo manda y marchamos por una pista de cemento, aunque a veces nos desviamos por un sendero fuera de la carretera, pero siempre por la margen derecha del río Genil, y por el antiguo trazado del añorado “tranvía de la Sierra”. Atravesamos varios túneles abiertos a pico y pala a la roca sobre principios de 1925. Cruzamos varios puentes por los que el tranvía parecía que “volaba” a la velocidad del recreo del paisaje. Dejamos atrás alguno de sus apeaderos, que fueron levantados con piedras del terreno. Cuando llegamos justo al tercero de los túneles observamos un desvío a nuestra derecha que asciende por una carretera asfaltada y muy estrecha y que lleva hasta el Hotel del Duque cuyo promotor fue el famoso Duque de Galatino.
Pasamos este desvío y llegamos hasta el Barranco de San Juan, por donde desciende el arroyo con el mismo nombre, regalando sus aguas al Genil, y que medio coronamos en la anterior ruta hacia las Canteras de Serpentina, subiendo por la vereda de la Vegueta del Caracol. Nosotros seguimos hacia delante hasta que llegamos a unas edificaciones de estilo nórdico, propiedad de la Compañía Sevillana de Electricidad. También tenemos un merendero para el avituallamiento. Un puente de madera nos cruza de un lado al otro del río y justo en este punto, a la margen izquierda del río Genil, comienza, propiamente, la Vereda de la Estrella.
Esta vereda es una de las más típicas y bonitas de Sierra Nevada, donde podemos encontrar abundante agua y vegetación (predominando el castaño, el arce, el roble, la encina, el fresno y el quejigo). Te lleva a su final a Cueva Secreta (1.760 m.) un refugio troglodita que ha sido utilizado a lo largo de la historia por arrieros, pastores, recolectores de nieve, viajeros, comerciantes y montañeros durante sus andanzas por estas tierras y desde aquí puedes atacar las cumbres de Sierra Nevada.
Su comienzo es un poco duro y asciende entre arboleda unos 200 metros, para convertirse pronto en un falso llano, con un fácil ascenso pero que como decimos, hay que andarlo para contarlo y el de hoy era bastante largo.
Dejamos un primer desvío a nuestra derecha que te subiría hasta el Cortijo de la Hortichuela. A una media hora aproximadamente nos encontramos de lleno con un centenario castaño de tronco inmenso y retorcido, y que casi nos corta el paso de la vereda, conocido cariñosamente por todos los lugareños y montañeros como “el abuelo”. También nos cruzamos con varias chorreras, una de ellas que baja por el Barranco de Cabañas Viejas. La vereda serpentea sin brusquedades por la umbría de la loma de San Juan, mientras la ladera de enfrente es revelada por el sol de la mañana.
A una hora y cuarto aproximadamente, desde el Barranco de San Juan, vemos la confluencia del río Vadillo con el Genil. Más adelante dejamos, a la izquierda, una vereda que baja, con una fuerte pendiente, hacia el Refugio del Vadillo (en muy mal estado) y que cruzando por el puente del Burro nos dejaría en la otra margen del río con ánimos y fuerzas para atacar la durísima cuesta de los Presidiarios para dejarnos en la Loma del Calvario y de aquí al refugio del mismo nombre, comunmente llamado el de la "Cucaracha"; pero esa la dejamos para otro día y cuando el viento nos sea favorable hasta para las mochilas (por aquí llevaban antiguamente a los presidiarios a galeras desde Granada hasta Almería para embarcarlos)
Seguimos adelante por la Vereda de la Estrella y a los pocos minutos, andados unos 400 metros aproximadamente, llegamos a la curva del camino conocida como "el viso", lugar desde el que se contemplan por primera vez las caras nortes de la Alcazaba (3.371 m), a la izquierda, y del Mulhacén (3.482 m.), a la derecha. Uno de los paisajes más impresionantes de Sierra Nevada y vistas que serán nuestras compañeras hasta el Guarnón, apareciendo y desapareciendo en cada revuelta de la vereda.
Unas ruinas nos salen al encuentro, son las de la “Probadora”, unas de las tres explotaciones mineras que existieron en estos parajes. También vemos, señalando hacia la derecha, un hito con el indicador de "V.P." (Vía Pecuaria) "Camino de los Neveros" (utilizada en el pasado para transportar la nieve de Sierra Nevada a la capital granadina). Nosotros seguimos hacia delante, dejamos un sendero a nuestra derecha que nos llevaría al Cortijo del Hornillo, y siguiendo un poco más nos topamos con las ruinas de los antiguos alojamientos mineros que ocupaban el conocido como Cortijo de la Estrella; estando la bocamina ubicada precisamente frente al cortijo, sobre la otra margen, la opuesta a la que nos encontramos, al otro lado del río Genil, resaltando de ella la escombrera que llega hasta el río. Mina, la de la “Estrella”, de la que ha tomado el nombre esta tan famosa ya y conocida vereda; en la actualidad toda una "autopista" montañera. La explotación original del yacimiento se remonta a la época romana. Los arabes también aprovecharon las vetas de pirita, calcopirita y galena argentifera de la cuenca del Genil. En el siglo XIX se modernizaron las instalaciones, y en 1890 se construyó el actual trazado de la Vereda de la Estrella para facilitar el transporte del mineral mediante carros de bueyes y mulas
Son las 15:00 horas cuando al final, nuestro premio, el río Guarnón. Punto y final sobre puntos suspensivos, porque en otra ocasión seguiremos, cruzando el puente de madera, renovado hace unos años (antes era totalmemte de piedra) y continuando la Vereda de la Estrella hasta llegar a Cueva Secreta. Existe la opción, para no volver por el mismo camino, de hacerlo, cruzando por el barranco de Lucía, un poco antes de llegar a Cueva Secreta en la zona conocida como el Real, donde se unen los ríos Valdecasillas y Valdeinfiernos, para desde aquí dirigirnos al refugio de la Cucaracha, bajar por la cuesta de los Presidiarios hacia el refugio del Vadillo y subir de nuevo a la Vereda de la Estrella. Pero hoy no, porque salimos muy tarde y hay que pensar en el camino de regreso.
Aquí el río Real, recibe el regalo de las aguas del Guarnón, para denominarse, pendiente abajo, río Genil.
Así que a la vera de sus frías aguas, provenientes del deshielo de la nieve (el río Guarnón nace de los mismos pies del pico Veleta donde forma un circo glaciar conocido como "el Corral del Veleta"), decidimos comer con las majestuosas vistas de su Corral ante nuestros ojos. La música la ponía el río, nosotros pusimos los bocatas y la cámara fotográfica que no paramos de disparar durante toda la caminata. Desde aquí a la inversa y seis horas y cuarto de marcha para el recuerdo.
Una advertencia como consejo: esta vereda debería de estar recomendada como apta para todos los públicos e impuesta por Ley. Por la ley de la Naturaleza, vamos. Para que se sepa. Y la mejor época para recorrerla, el otoño; ya que el follaje, con el contraste de colores, cambia totalmante el paisaje y si la la haceis en verano se recomienda iniciarla muy temprano porque el calor madruga mucho y sube muy pronto de tono por estas laderas. Hoy sin ir más lejos nos hemos salvado porque el cielo estaba un poco despistado y el "Lorenzo" como disimulando, cosa que hemos agradecido bastante.

- Itinerario: Granada – Güejar Sierra- Estación de Maitena (en vehículo) – Maitena - Barranco de San Juan- Vereda de la Estrella – El Guarnón – Y viceversa.
- Número de participantes: 2
- Duración: 6 1/4 horas.
- Dificultad: Baja.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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