CERRO DE LA CRUZ
Hoy de nuevo dirigimos nuestros pasos hacia el Parque Natural de la Sierra de Huétor. La falta de apoyo logístico para realizar la ruta de los Lavaderos de la Reina (a ver si alguien amablemente nos presta o se presta con un 4x4 de esos que tantos se alardean por el tráfico y podemos subir hasta el Corralejo, allá por la Loma La Cuna de los Cuartos, e iniciar la excursión como Dios manda) y por otra que María Angeles trabajaba por primera vez en 20 años en domingo en su nuevo traslado sanitario y todo ello como que nos hizo tirar para arriba, echar un rato de jardinería y quitar "un par" de contenedores de grama. Así que después de una jornada más que trabajada, esperamos a que el calor aflojara la cuerda y decidimos hacer una marcha de esas llamadas relámpago para no perder la vereda.
Hoy de nuevo dirigimos nuestros pasos hacia el Parque Natural de la Sierra de Huétor. La falta de apoyo logístico para realizar la ruta de los Lavaderos de la Reina (a ver si alguien amablemente nos presta o se presta con un 4x4 de esos que tantos se alardean por el tráfico y podemos subir hasta el Corralejo, allá por la Loma La Cuna de los Cuartos, e iniciar la excursión como Dios manda) y por otra que María Angeles trabajaba por primera vez en 20 años en domingo en su nuevo traslado sanitario y todo ello como que nos hizo tirar para arriba, echar un rato de jardinería y quitar "un par" de contenedores de grama. Así que después de una jornada más que trabajada, esperamos a que el calor aflojara la cuerda y decidimos hacer una marcha de esas llamadas relámpago para no perder la vereda.
Eran sobre las 19:00 h. cuando salimos de Alfacar hacia la A-92 para tomar la salida indicada como “Parque Natural de la Sierra de Huétor y estacionar el vehículo en las inmediaciones de la Casa Forestal de “Los Peñoncillos”, a la que dejamos ya atrás, y caminado, para enseguida encontrarnos con una bifurcación en el itinerario y con las dos opciones cerradas al paso con sus correspondientes cadenas para impedir el paso a los vehículos. Nosotros tomamos el desvío de la izquierda (el de la derecha nos llevaría a la Fuente de la Teja).
El carril se recorre cómodamente y nos va obsequiando con abundante vegetación y magníficos ejemplares de pinos, sequoyas, pinsapos, castaños, quejigos y encinas, así como de otras muchas especies de monte bajo y ese otro etcétera de olores que nos van asaltando.
A un kilómetro aproximadamente del inicio de la marcha nos encontramos con la Casa Forestal de Bolones, a la que visitamos desviándonos a la derecha y entrando por un estrecho pasillo y amurallado de cipreses. La casa tiene un zaguán arqueado a cada lado y su fachada es del más puro estilo de cortijo andaluz. Mi opinión... pues que está totalmente abandonada a la suerte de la naturaleza y no se aprovecha para nada. Podrían usarla por ejemplo para colonias juveniles, aula de la naturaleza, museo micológico; en fín que una vez más la mano del abandono del hombre pasa por esta casa.
Volvemos a la pista forestal, dejando atrás y a nuestra izquierda un viejo pozo, dos cortafuegos, y a nuestra derecha una alberca. Es la Fuente de los Bolones y surte al Darro de sus primeras aguas. A los pocos minutos vamos divisando ya el Valle del Río Darro que discurre a nuestros pies, a nuestra mano derech. En la contraria delante tenemos, primero, el Cerro de Casa Fuerte y seguidamente el Cerro de la Cruz (1.367 m.) como punto y objetivo de nuestra marcha. Así que continuaremos por la pista topándonos con una zona de viveros de sequoyas y pinsapos.
El carril se recorre cómodamente y nos va obsequiando con abundante vegetación y magníficos ejemplares de pinos, sequoyas, pinsapos, castaños, quejigos y encinas, así como de otras muchas especies de monte bajo y ese otro etcétera de olores que nos van asaltando.
A un kilómetro aproximadamente del inicio de la marcha nos encontramos con la Casa Forestal de Bolones, a la que visitamos desviándonos a la derecha y entrando por un estrecho pasillo y amurallado de cipreses. La casa tiene un zaguán arqueado a cada lado y su fachada es del más puro estilo de cortijo andaluz. Mi opinión... pues que está totalmente abandonada a la suerte de la naturaleza y no se aprovecha para nada. Podrían usarla por ejemplo para colonias juveniles, aula de la naturaleza, museo micológico; en fín que una vez más la mano del abandono del hombre pasa por esta casa.
Volvemos a la pista forestal, dejando atrás y a nuestra izquierda un viejo pozo, dos cortafuegos, y a nuestra derecha una alberca. Es la Fuente de los Bolones y surte al Darro de sus primeras aguas. A los pocos minutos vamos divisando ya el Valle del Río Darro que discurre a nuestros pies, a nuestra mano derech. En la contraria delante tenemos, primero, el Cerro de Casa Fuerte y seguidamente el Cerro de la Cruz (1.367 m.) como punto y objetivo de nuestra marcha. Así que continuaremos por la pista topándonos con una zona de viveros de sequoyas y pinsapos.
El carril de tierra que en sus finales se torna blanco y arenoso, da pie a una estrecha vereda que rodea completamente el Cerro y que confluye en otro carril que viene de la localidad de Huétor, punto en donde existen unas magníficas vistas de las cumbres de Sierra Nevada, el Trevenque, del largo puente de la A-92 sobre el río Darro, y del Cerro del Maullo y el de la Caseta de Vigilancia para el control de incendios; y cómo no, de unas espléndidas vistas de la anfitriona, las de la localidad granadina de Húetor Santillán. Los días 3 de cada mayo suelen hacer los vecinos una bonita romería por estos parajes y subir hasta lo más alto, el cerro del que hoy nos ocupamos.
Ahora para rematar la faena, sólo queda la ascensión al Cerro de la Cruz. Para ello hacemos un giro como si nos volviésemos sobre nuestros pasos y desplazándonos un poco a la derecha, parte justo una empinada y pedregosa vereda que en sus principios pasa justo por encima de la que traíamos.
En su cumbre se encuentra una cruz metálica en donde consta inscrita la fecha de su bautizo (“3-5-1.970”) y unas hermosas vistas con panorámica de 360º. Vistas “con acento” y aumentadas con las citadas anteriormente y situadas más abajo (se me olvidada citar, que me matan mis familiares y amigos, las de Beas de Granada, para no verlas, vamos) Imágenes que algunas captamos ya al atardecer y que le daban como un toque más de encanto a la caminata. El regreso lo hacemos por el mismo camino que nos ha traído. Con muchísimo cuidado en la bajada del cerro porque hay mucha piedra suelta. Y dándole a los pies, ya que se nos echaba la noche encima, nos volvemos al coche para que nos llevara a casa. Como siempre dejo algunas fotos para el recuerdo. El de ese otro tiempo, como presente, el de las instantáneas.
Ahora para rematar la faena, sólo queda la ascensión al Cerro de la Cruz. Para ello hacemos un giro como si nos volviésemos sobre nuestros pasos y desplazándonos un poco a la derecha, parte justo una empinada y pedregosa vereda que en sus principios pasa justo por encima de la que traíamos.
En su cumbre se encuentra una cruz metálica en donde consta inscrita la fecha de su bautizo (“3-5-1.970”) y unas hermosas vistas con panorámica de 360º. Vistas “con acento” y aumentadas con las citadas anteriormente y situadas más abajo (se me olvidada citar, que me matan mis familiares y amigos, las de Beas de Granada, para no verlas, vamos) Imágenes que algunas captamos ya al atardecer y que le daban como un toque más de encanto a la caminata. El regreso lo hacemos por el mismo camino que nos ha traído. Con muchísimo cuidado en la bajada del cerro porque hay mucha piedra suelta. Y dándole a los pies, ya que se nos echaba la noche encima, nos volvemos al coche para que nos llevara a casa. Como siempre dejo algunas fotos para el recuerdo. El de ese otro tiempo, como presente, el de las instantáneas.
-Itinerario: Autovía A-92 - Salida- "Parque Natural de la Sierra de Huétor" - Casa Forestal de los Peñoncillos - Casa Forestal de Bolones - Cerro de la Cruz y vicevesa.
-Número de participantes: 2
-Dificultad: Baja
-Duración: 3 horas aprox.
-Agua: Llevar.